Mirándolo desde un punto de vista extremadamente general, podríamos
dividir en dos las estrategias que pueden adoptar las películas de
terror. Por un lado estarían las películas de sustos, que en muchas
ocasiones deciden optar por una autoconsciencia cómica y por el otro
las peliculas de atmósferas o ambientes, que muy posiblemente acaben
desembocando en dramas psicológicos. Incluso adoptando una mirada
tan simple y tópica como esta sería muy difícil decir a qué
corriente pertenece Ti West. El director de terror americano, muestra
con cada película realizada una personalidad carismática y una
autoría que se compone desde influencias de otros directores (no
necesariamente de terror puro) hasta un uso de un metalenguaje un
tanto críptico. ¿Es The Innkeepers una película de sustos,
una película de ambientación terrorífica, o es una combinación de
ambas? Probablemente no es nada de eso. Con The Innkeepers West
parece reflexionar sobre algo que podría aplicarse a todo género de
cine pero que quizás en el de terror tiene un alcance mucho más
visible: no hay nada más importante para que una película funcione,
que que el espectador desee que lo haga.
Esa especie de Very Bad Things terrorífico, que creó Eli Roth con
su exitosa Cabin Fever parecía ofrecer una distancia irónica hacia
el género de terror adolescente. Sin llegar al extremo de The Cabin
in the Woods, la película del director, guionista, actor y amigo de
Quentin Tarantino, parecía ser una especie de ejercicio efectivo que
no dejaba de mostrar cierta condescendencia al género. Cuando Ti
West se encargó de adaptar la segunda parte, pareció escribir la
respuesta que ese género podría ofrecer a Roth. West (por lo visto,
hasta donde pudo) creó una comedia juvenil romántica que
abruptamente se veia interrumpida por un género ajeno: el de terror.
Como si la secuela devorase a una pelicula diferente, los personajes
de Cabin Fever 2 incluso llegaban a desaparecer en el epílogo del
film. The Innkeepers es una muestra más del respeto que parece
pedir West hacia este género. Sara Paxton se encarga de interpretar
a Claire, dotándole de una inocencia casi infantil, una joven que
parece desear ser protagonista de una película de miedo. Ésta
acabará dándose cuenta de la verdad que esconde ese proverbio chino
que defiende que hay que tener cuidado con lo que se desea. Esa
ingenuidad que caracteriza a este personaje parece conjugarse con
cierta ironía que podría equipararse a la que mostraba Eli Roth a
la hora de escribir Cabin Fever. West parece castigar ese sarcasmo
fabricando la pesadilla en la que se verá inmersa Claire. La
pregunta es, ¿hasta qué punto esa pesadilla es real? De la misma
manera que cuando Claire se pone los cascos, oimos lo que ella oye,
es de suponer que en todo momento vemos lo que ella vé. No
necesariamente lo que nosotros veríamos en su situación.
¿Qué pasaría si durmiésemos un día en las camas del Hotel
Overlook? ¿Cómo pasaríamos una semana viviendo en el piso en el
que se rodó El quimérico inquilino? ¿Hasta qué punto nos
haría la autosugestión pensar que ese ruido que acabamos de oir, en
lugar de ser los muebles de casa crujiendo son un ente maligno que
desea apropiarse de nuestra alma? The Innkeepers se hace eco de
los constantes debates que se dan cada vez que alguien hace una
reflexión ligeramente esotérica. ¿Es posible morirse de miedo? El
clímax de la película no termina de resolver todas las dudas
aunque su plano final tiene apariencia de respuesta. Si el vídeo que
le pone el personaje interpretado por Pat Healy al inicio de la
pelicula a Claire, es un plano fijo silencioso que se ve interrumpido
por un grito fantasmal, la última secuencia del largometraje sigue
una estrategia idéntica. Una puerta se cierra de golpe súbitamente.
¿El motivo? Si nos ponemos fantasiosos, una presencia
fantasmágorica, si decidimos adoptar una perspectiva algo más
realista, una ráfaga de viento. Que cada uno elija.
Aron Murugarren
Aron,
ResponderEliminarYa sabes que no me gustan nada las pelis de miedo, pero siempre que te leo, me dan hasta ganas de verlas. De hecho, vi finalmente la de "cabin in the woods" y admito que la disfruté un montón!
Gracias como siempre por compartir tus conocimientos del género con nosotros.
Abrazos,
Pilar
Hola Pilar.
EliminarLa verdad es que tengo muchas lagunas en este género (y en tantos...). Creo que mi manera de plantear la crítica, desde la interpretación en lugar de la disección, es prueba de ello.
Creo que "The house of the devil" del propio Ti West, es un auténtico examen para saber hasta qué punto está uno familiarizado con el género de terror. La película está repleta de influencias de otras obras de este género y yo solo capté alguna (muy evidente, además). Eso sí, me lo pasé muy bien viéndola.
Un abrazo.
Aron.
Una crítica excelente, Aron. Y no te engañes: sí que sabes del género, mucho. Y si tienes algunas lagunas las compensa tu gran capacidad de interpretar en direcciones que siempre están llenas de (buen) sentido.
ResponderEliminarun abrazo,
jordi