La primera vez que vemos a Jasmine
se encuentra en un avión al lado de una mujer a la que no deja de hablarle y
que parece no prestarle demasiada atención. Una vez en el aeropuerto, Jasmine,
mientras sigue hablando con la mujer, hace un gesto para que un empleado del
aeropuerto le coja su maleta. Por el aspecto de Jasmine, las cosas que cuenta y
su gesto con las maletas queda claro que se trata de alguien de que es, o ha
sido, una persona acostumbrada a que otros hagan cosas por ella y a
que la escuchen. La mujer a la que hablaba en el avión se encuentra con su
marido el cual le pregunta intrigado por Jasmine. A esta pregunta la mujer
responde que Jasmine realmente estaba hablando sola.
Según se desarrolla la trama, nos
enteramos de que Jasmine era la esposa Hal, un rico empresario de Nueva York
que, al estilo de Bernard Madoff, perdió su fortuna al ser procesado por
delitos económicos. Jasmine, al quedar completamente arruinada, debe irse a vivir
con su hermana Ginger, de clase trabajadora. Estos acontecimientos le suponen a
Jasmine un trauma psicológico que se hace más y más patente según avanza la
trama. Si esto suena familiar es porque Allen se inspiró en la estructura
argumental de Un Tranvía Llamado Deseo
para crear Blue Jasmine. De todas formas,
la película de Allen toma rumbos distintos a la obra de teatro de Tennessee
Wiilliams.
La película nos muestra la nueva
vida de Jasmine junto a su hermana así como momentos de su vida junto a Hal, que
se cuentan mediante flashbacks. Se nos revela que el verdadero nombre de
Jasmine es Jeannette y que tanto ella como su hermana, son adoptadas. Quizá eso
explique las tremendas diferencias que hay entre las dos. Por supuesto físicas
pero también de filosofía de vida y de forma de vestir y hablar, entre otras. Incluso
tras su ruina queda claro que entre las hermanas Jasmine sigue manteniendo el
rol de la exitosa. Tanto Giner como Jasmine están de acuerdo en eso. Ginger atribuye
el éxito de su hermana a que era la preferida de sus padres y a los “genes” y
Jasmine atribuye el fracaso de su hermana a siempre elegir hombres inferiores a
ella.
Hay muchos momentos en los que el
personaje de Jasmine genera rechazo ya que se muestra egoísta, materialista e ingrata
con su hermana. Parece seguir creyendo que ella está hecha de una pasta mejor a
la del mundo que la rodea en ese particular momento de su vida. Parece incapaz
de adaptarse a una existencia y a un trabajo de clase media y nunca deja de
sentir y hacerle saber a los demás que ella no debería estar en esa situación. Podríamos
hacer un análisis superficial y quedarnos en una simple historia de ricos malos e inútiles y pobres y buenos trabajadores. Hay sin duda algo de eso en Blue
Jasmine. Parece a primera vista que las relaciones entre los ricos son frías
mientras que las de los pobres están llenas de sinceridad y pasión. Además Blue Jasmine cuenta con varias escenas
que nos muestran situaciones estereotipadas. Esta impresión es quizá fruto de que
llevamos más de cinco años escuchando historias sobre la crisis económica.
Viendo la película da la sensación de que si se hubiera hecho en 2002 resultaría
muchísimo más original. Quizá estas escenas incluso resulten más efectivas
vistas en el 2020. Una de esas escenas forma parte de los flashbacks y muestra
a Ginger y a su marido en ese momento pidiendo consejos de inversión a Hal. Es
evidente para el espectador que Hal perderá todo el dinero que le dejan a su cargo sus cuñados.
Durante la escena, Ginger le dice a su marido que “escuche” cuando este pone reparos
a entregar el dinero. Hal merece ser escuchado porque ha tenido éxito.
Sin embargo, una mirada más profunda a la película
nos permite replantearnos algunos de los puntos que parecen evidentes. Es
muy dudoso por ejemplo que Jasmine sea inútil. Ciertamente no sabe de
ordenadores ni de trabajar con las manos pero sabe que está de moda, es
elegante, habla educadamente y sabe muy bien lo que buscan determinados hombres.
Quizá Ginger tiene razón y las cualidades de Jasmine están en los “genes”,
están más relacionadas con su persona, con quien es. O en el caso de Jasmine,
con quien ha decidido ser. Tanto Ginger como Jeannete tuvieron una infancia humilde
que a Ginger le llevó a tener también una vida humilde No es el caso de
Jeannette la cual se inventó a Jasmine y está claro que esta última no está hecha para un trabajo al uso. Ni siquiera para pedir ella misma sus copas en los restaurantes. Jasmine posee determinadas
cualidades que le permiten desenvolverse en la alta sociedad y llegar a casarse
con un hombre rico. Lo consiguió una vez con Hal y casi lo consigue de
nuevo si no fuera por un giro del destino en la línea de Matchpoint. Jasmine
sabe lo que quiere y planea racionalmente para conseguirlo.
Si examinamos a Ginger nos damos
cuenta de que en determinados momentos se comporta de forma similar a su hermana, sobretodo con
los hombres de su vida. Tanto Ginger como Jasmine mienten y calculan para conseguir
lo que quieren de los hombres. Simplemente lo hacen en grados diferentes y en “ligas”
diferentes. También coinciden en que las dos son incapaces de calcular y
respetar sus planes en todo momento. De nuevo como en Matchpoint, Allen muestra
a seres humanos que se debaten entre los sentimientos y la razón. A veces todo
está perfectamente calculado hasta que de repente una explosión de los sentimientos
echa todos nuestros planes a perder. Personas como Jasmine y el propio Hal permiten
que eso ocurra con menor frecuencia que alguien como Ginger pero no están a
salvo. Un beso a un amante en público, un acto resultante de un ataque de celos.
Al final todos tenemos la sangre roja.
De esta crítica se podría
interpretar que Blue Jasmine es una película puramente dramática y no era esa
la intención de Allen. La película trata de ser una comedia también aunque en este
aspecto fracasa y no consigue arrancar más que alguna sonrisa. Sin duda el
punto más fuerte de la cinta es Cate Blanchett que interpreta cada aspecto de
Jasmine con un detalle considerable y la dota de una diginidad y un aura
trágica que nos hace sentir cierto afecto por ella, lo cual no era tarea fácil.
Blue Jasmine no es de lo mejor ni de lo
peor de Woody Allen lo que la convierte en una opción interesante aunque no
imprescindible, excepto en lo que respecta al trabajo de su actriz principal.
Jesús Mejía
Hola, Jesús:
ResponderEliminarCreo que has escrito un texto al que le sentaría mucho mejor más contención y esfuerzo de síntesis. Cuentas demasiado el argumento: me parece interesante cómo acabas desestimado el tema de ricos frente a pobres, pero creo que tardas demasiado tiempo en dejarlo atrás, Para ser precisos, lo que usa la película no son precisamente flashbacks, sino una estructura temporal en dos tiempos, que a mí pudo recordarme a algunas cosa que hace el coreano Bong Hangsoo, que quizá Woody Allen no conozca aunque la obra de Hangsoo sea tan rohmeriana como alleniana. Me da la impresión de que enre tanto texto se te ha escapado algo valioso sobre la película.
abrazos,
jordi
Hola Jordi:
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo en que es larguísima. La publiqué para cumplir el plazo pero mi intención era haber podido sintetizarla.
Respecto al tema valioso, ¿a qué te refieres?
Gracias
Abrazo
Jesús