Los encargados de la distribución de The Cabin in the Woods en España, dijeron el año pasado que la película no se
vería en cines ya que todos aquellos que hubiesen tenido interés en verla, ya lo
hubiesen hecho a través de Internet donde estaba disponible desde varios meses
antes. No deja de ser irónico que este film dirigido por Drew Goddard y
co-escrito por él y Joss Whedon se viese interceptado por una fuerza superior
que dictó cuál era su destino. Un año más tarde las salas españolas pueden
disfrutar de este ejercicio metacinematográfico que es mucho más complejo de lo
que podría parecer.
Tanto los fans del género slasher como los no iniciados aún
en el campo podrán ser testigos de una serie de referencias que componen el núcleo
de The Cabin in the Woods: desde los
estereotipos reconocibles por todos como la protagonista virginal, la rubia
tonta, el bruto o el colgado que adelanta partes de la trama pero nadie le cree
(que en este caso lleva la metaficción al extremo) hasta algún otro detalle más
rebuscado como la propia localización o que los protagonistas sean actores aún
no consolidados (Cris Hemsworth aún no era Thor cuando la película se rodó). Entre
la parodia descarnada al estilo de las spoof movies de ZAZ y el homenaje con cariño al género, es mayor el peso de esta
segunda vía al ser muy factible imaginar a los personajes de Bradley Whitford y
Richard Jenkins como alter-egos de Drew Goddard y Joss Whedon.
“Yo no pongo las
reglas” dice Curt (Hemsworth) al entrar en el
desván de la cabaña en el que se da una secuencia en la que los espectadores
son testigos de cómo se podrían abren hasta cinco posibles películas diferentes.
La sentencia de ese personaje es más cierta de lo que él cree. Una de las
grandes virtudes del film es que tanto Sitterson (Jenkins) como Hadley
(Whitford) son tan protagonistas (o más) que Dana (Kristen Connolly).
Protagonistas antagonistas, además. A pesar de parecer insensibles y dotados de
la misma empatía que un psicópata, ellos llevan a cabo su proceso (que evitaré
mencionar para evitar uno de los primeros y fundamentales giros de la película)
exclusivamente para satisfacer a unos “ancestros”,
que no son otros que las personas que están viendo esa misma película. Hadley y
Sitterson lo hacen todo por el cine, para que “el mayor espectáculo del mundo” pueda continuar año tras año.
Además de contar con un casting acertado, diálogos
ingeniosos a la vez que veloces (marca de la casa de Wheddon) y cameos
inesperadamente divertidos, The Cabin in
the Woods es un film que desde su estreno se convirtió automáticamente en
una película de culto. El único defecto de la película es que una vez vista es
complicado poder asistir a la proyección de otro slasher sin imaginar que todo
forma parte de un plan maestro. Al fin y al cabo, como bien indica Sitterson: “There’s always next year”.
Aron Murugarren
Genial ese texto, Aron!
ResponderEliminarLo que plantea "La cabaña del bosque" puede que no resulte tan descabellado: toda la mitología del Fantástico Universal supervisada por un Gran Hermano (Milá-Ripley incluída!)...Muchas claves del subgénero podrían quedar resueltas!
A mi la película me parece extraordinaria, de impecable factura, sorprendente y rabiosamente entretenida, qué mas se puede pedir? Ah, si!...unas líneas tan certeras como las tuyas para defenderla.
Un saludo!!!
Alex.
Hola Alex.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras.
Al hilo de lo que comentas del Gran Hermano cinematográfico, no deja de ser curioso que al "colgado encargado de adelantar la trama" lo primero que se le venga a la cabeza cuando encuentra un micrófono en la cabaña es que está en un reality show.
Un saludo.
Aron Murugarren.
Un saludo.
Aron
Jajajajjj...Tienes toda la razón, Aron. Pero ya sabes que todos los locos tienen algo de sabios...y de profetas!
EliminarMás saludos.
Alex.
Muy buena crítica, Aron. Consigues algo muy difícil: analizar la película, descifrar su sentido y, al mismo tiempo, proteger su sorpresa. No tengo nada malo que decir de tu texto: se nota que sabes de qué estás hablando y logras exponerlo con total claridad.
ResponderEliminarabrazos,
jordi