viernes, 21 de febrero de 2014

Robocop 2014


Los aciertos de casting. Esos éxitos que son mucho más importantes de lo que pensamos. Tan fundamentales que pueden llegar a crear una franquicia completa (que se lo digan a Johnny Depp) o revitalizar un género un tanto a la deriva (que se lo digan a Robert Downey Jr.). Generalmente los directores de casting no suelen recibir la consideración que merecen pero el valor de escoger a la persona correcta para el rol buscado puede llegar a ser incalculable. Es ahí donde, a priori, Robocop 2014 acertaba de pleno antes incluso de su desarrollo y no me estoy refiriendo a la elección de ningún intérprete. El director brasileño José Padilha había dirigido hasta este año dos películas (dejando a un lado sus documentales): Tropa de Élite y su particular secuela. Resulta llamativo ver la cantidad de paralelismos que se encontraban entre el film de Padilha y el Robocop de Verhoeven. Entre todos ellos, uno por encima de los demás, ambas películas narraban dos historias en la que lo maniqueo brillaba por su ausencia y ante un panorama en el que los policías resultaban ser más peligrosos que los delincuentes se creaba un dispositivo aparte para tratar de asegurarse que se cumplía la ley: la BOPE y Robocop. Si el principal miedo de todos los fans del Robocop original era que el remake se olvidara de la esencia del mismo, la película de Padilha debería haber intentado dejar atrás completamente la historia primigenia para estar a punto de convertirse una de las películas de acción más interesantes de los últimos años. Lamentablemente el film decide quedarse a medio camino entre basarse en una historia previamente creada u originar una diferente con la misma base que a pesar de tener un resultado más que destacable probablemente causará entre el público una, un tanto injusta, incomprensión.

Existen varias diferencias entre el Robocop de Verhoeven y el de Padilha. Si ambas películas se centran en la creación de un robot policía, Padilha decide focalizarse mucho más en la propia creación al contrario que Verhoeven al que le interesaban más las consecuencias de la misma. Verhoeven, que es un director que según pasan los años parece ir haciéndose más grande, creaba una estética mucho más propia del cómic y llenaba el film de autoconsciencia un tanto paródica mientras que Padilha situa su película en una ambientación más propia de futuristas películas de ciencia ficción (Minority Report o Código Fuente) e incluso se acerca, por supuesto sin las mismas intenciones, al Nuevo Extremismo Francés (esa secuencia en la que observamos los restos del agente Murphy en el interior de su exoesqueleto). Pero más allá de todos estos detalles la principal diferencia, y la que afecta a la columna vertebral del film, es que mientras el director holandés narraba la humanización de un robot, el brasileño decide contarnos la robotización de un humano. Con un argumento y un desarrollo que provocaría los aplausos del propio Charlie Brooker, Padilha decide centrarse en la constante deshumanización del personaje interpretado por Joel Kinnaman (con una interpretación, evidentemente, muy alejada de aquella que realizó Peter Weller), que se encarga de dar vida a un presunto protagonista. Su pasividad (rota de manera forzada por la mencionada necesidad de no olvidar la obra original) hace que los mayores conflictos del largometraje se encuentren en otros personajes, principalmente en el científico interpretado por Gary Oldman. En conclusión si el Robocop de Verhoeven parecía ser una aproximación a Superman, el principal referente del de Padilha parece ser La Naranja Mecánica, con un gobierno que altera a su antojo el funcionamiento de una persona con el fin de obtener más votos.

Tropa de Élite se estrenó en 2007, justo el año en el que finalizó The Wire y casualidad o no, contiene gran parte de los problemas que retrataba la serie de HBO creada por David Simon y Ed Burns. Problemas que también contenía el Robocop de Verhoeven y que Padilha decide hacer más evidentes que el director holandés en este remake pero que aun así quedan en un segundo plano. La manipulación de los medios (presentes en la última temporada de The Wire, en la segunda Tropa de Élite e incluso en aquel clip de vídeo que se repetía una y otra vez en las televisiones del Detroit del primer Robocop provocando constantemente las risas de sus espectadores), la corrupción de la policía o la pasividad de la clase media (principal antagonista de la primera Tropa de Élite, a pesar de que muchos se esforzaron en ver un simple libreto fascista) están presentes en este Robocop 2014 y fundamentan el subtexto que se puede hallar en ella. Que sobre los créditos finales suene la popular canción de The Clash, I Fought the Law, no es ninguna casualidad.


Aron Murugarren

2 comentarios:

  1. Aron: en este caso, me gustan más las ideas que propones en tu texto, que el texto mismo, que te ha salido algo confuso y recargado. Fíjate, por ejemplo, en este frase (a la que le faltan unas cuantas comas): "Lamentablemente el film decide quedarse a medio camino entre basarse en una historia previamente creada u originar una diferente con la misma base que a pesar de tener un resultado más que destacable probablemente causará entre el público una, un tanto injusta, incomprensión." No sólo es confusa, también contradictoria: me chirría el "lamentablemente" en contraste con el "un tanto injusta" del final, por ejemplo. ¿En qué quedamos? Me gusta cómo contextualizas la elección de Padilla, la oposición entre los intereses temáticos de la versión Verhoeven y la versión Padilha y la manera en que rastreas puntos de contacto entre ambas películas y, a´demás, referentes como "The Wire" y "Black Mirror", pero hubiese apreciado no tener que volver tantas veces atrás para aclarar el sentido de la frase y haberme encontrado unas cuantas comas por el camino que me hubiesen permitido respirar. Muy buenas ideas y muy buena argumentación, pero, al contrario que en la mayoría de críticas que te he leído, creo que aquí el estilo y la expresión no están bajo control.

    un abrazo,

    jordi

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    1. Hola Jordi.

      Me ha salido el tiro por la culata, sí. Justo antes de subir el texto estuve eliminando comas a tutiplén porque consideraba que el texto estaba sobresaturado de ellas pero vamos, lo cierto es que si lees un par de frases seguidas en voz alta puedes necesitar que venga alguien con un par de bombonas de oxígeno en tu auxilio.

      La frase que comentas puede ser incomprensible por el exceso de información pero lo que quería expresar es que la película "lamentablemente" no alcanza su máximo potencial pero que aun asi el resultado es lo suficientemente bueno como para poder disfrutar con ella. A pesar de ello como se queda en tierra de nadie creo que el público lo va a tener muy fácil para echar pestes de ella de forma "un tanto injusta", ya que tiene conceptos bastante interesantes y destacables

      Un abrazo.
      Aron.

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