jueves, 12 de junio de 2014

AL FILO DEL MAÑANA



Le comentaba Billy Wilder a Cameron Crowe en una entrevista que posteriormente sería una de muchas al formar parte de un libro ('Conversaciones con Billy Wilder') que Tom Cruise era uno de los actores más inteligentes de la industria y que, como Cary Grant, hacía fácil lo dificil. Lo afirmaba uno de los mejores manejando tras la cámara no a actores sino a estrellas del firmamento (Marilyn Monroe, James Stewart, Audrey Hepburn, Humphrey Bogart...). Y quizá reconoció en el carisma de Cruise una forma última de entender Hollywood, henchido de glamour, de actores que sin actuar llenaban de un aura, de un magnetismo casi mágico la pantalla; una forma caduca que la fábrica de astros empieza a añorar y que no ha podido o no ha sabido encontrar relevo entre las nuevas generaciones de intérpretes. Así que Tom Cruise, un tipo de más de cincuenta años, volverá un verano más a salvar a la humanidad en una película hecha a su medida, como se las hacen a las estrellas. Para bien y para mal.

El encargado de llevar a la gran pantalla el cómic manga 'All You Need Is Kill' escrito por Hiroshi Sakurazaka e ilustrado por Yoshitoshi Abe es el irregular Doug Liman, que revitalizó la comedia de ligoteo con la fresca 'Swingers' y el cine de espías con el empaque de 'El caso Bourne', pero en cuyo haber también cuenta con las huecas y aparatosas 'Sr. y Sra. Smith' y 'Jumper'. Con 'Al filo del mañana' entrega un producto que a primera vista puede parecer más simple de lo que realmente es: una enérgica, divertida y estimulante entrega de acción belico-futurista, un eficaz fusión de la narrativa cinematográfica con la del videoujego, y una interesante adaptación de un manga filtrado por los patrones del clásico blockbuster hollywoodiense.

Su primer acto engancha por su contundencia, por su vértigo imparable, arrastrándonos con un oficial que nunca se ha manchado el uniforme -y menos en combate- a una batalla casi suicida contra los invasores alienígenas, y en la que es abatido sin remedio. La dinámica juguetona de 'Al filo del mañana' empieza al encerrar al héroe en potencia en un bucle temporal que sella su destino al de la guerra; cada muerte es solamente un intento fallido, cada decisión abre una dimensión más, y cada batalla le hace mejor. El juego de 'Atrapado en el tiempo' se recicla en versión bélica; una fórmula que no solo funciona en versión comedia existencial (aquella), en versión pastel inglés ('Una cuestión de tiempo') o en ciencia ficción adulta ('Código Fuente'). Una vez llegados a este punto, en el que cada escena es como un logro desbloqueado en un videojuego de acción, el film, engalanado con el nervio de Liman en las escenas más artesanales, decide optar por un tono ligero y lúdico, sin resultar grave en su discurso ni cargante en su mecánica, apoyada en un montaje hipervitaminado. Y tampoco subrayará, aunque las presente, las filias armamentísticas y militares propias de estas producciones.

Convertir a Tom Cruise en pilar omnipresente -acertadísimo en las escenas a lo 'Traidor en el infierno' (sí, la de Wilder) con un pelotón que lo considera un desertor-, cambiar el agresivo título de la obra original (traducido al castellano: 'todo lo que necesitas es matar') por el aséptico 'Al filo del mañana', desbrutalizar las escenas de guerra, y entregar un final amable aunque incoherente con el universo creado son sin duda decisiones del Viejo Hollywood. Para bien y para mal, porque 'Al filo del mañana' es un blockbuster que derrocha imaginación, ingenio y diversión, erigiéndose sobre la media, ofreciendo sano espectáculo, y brindándole a su estrella su mejor trabajo en años.

José Colmenarejo

1 comentario:

  1. Una crítica muy sólida y esclarecedora, José. Sólo te reprocharía un exceso de mitomanía en el primer párrafo, y no porque ensalces a mi muy discutido Wilder, sino especialmente por este apunte: "no a actores sino a estrellas del firmamento (Marilyn Monroe, James Stewart, Audrey Hepburn, Humphrey Bogart...)". Todos ellos grandes actrices y actores, pero, precisamente eso: actrices y actores, no dioses, diosas o estrellas del firmamento.

    un abrazo,

    jordi

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