martes, 10 de junio de 2014

HERMOSA JUVENTUD









La última película de Jaime Rosales es descorazonadora pero aun así no tengo la seguridad de que su título sea irónico.

Hermosa Juventud habla del mundo de la España de hoy en día y del mundo de siempre. El primero es este mundo en el cual la tecnología ha irrumpido como herramienta básica en las relaciones personales. Esa nueva manera de relacionarse a través de la tecnología no sólo está presente en la historia que viven los personajes sino que Rosales la utiliza como medio para contarnos la propia historia. Las fotografías tomadas y guardadas por un móvil nos permiten entender una serie de acontecimientos. Al igual que en UP (Pete Docter, 2009), unas imágenes bien hilvanadas son capaces de contar un relato con más emoción y matices que las palabras. Como espectador del presente, que también pertenece a ese mundo y mira el móvil todos los días, esas imágenes me generaron una sensación de familiaridad muy singular. Como también me resultaron familiares los logos y marcas de empresas multinacionales que rodean la ciudad. Están ahí, presentes, sin decir nada, aparentemente en un segundo plano. Ciertamente no ofrecen trabajo porque la otra cara de la moneda de este presente, tan avanzado tecnológicamente, es que a muchos no les ofrece un futuro. Gracias a sus familias o a labores esporádicas, los protagonistas, adolescentes de clase humilde sin estudios, comen y tienen un techo bajo el que cobijarse. Sin embargo, no tienen ninguna oportunidad de conseguir un trabajo que les permita evolucionar.

El otro mundo que muestra la película es el de siempre o al menos el de hace unas cuantas generaciones. El mundo donde los adolescentes se besan en el parque y los amigos quedan para hablar de futbol y de películas. El mundo querer a los hijos y sentir responsabilidad por ellos. Aunque afectado y acechado por los problemas sociales, esa faceta del mundo aún está ahí y en ocasiones funciona como único motor de la sociedad. Quizá la juventud siga siendo hermosa pese a todo.

La película cuenta con unas actuaciones de naturalidad casi pasmosa, en especial la de Ingrid García-Jonsson. Esas actuaciones junto con la representación de elementos y situaciones que nos son familiares, ya sea por experiencias personales o quizá debido al bombardeo de noticias relacionadas con los efectos de la crisis económica, otorgan a la película un halo de realidad. No es que la película sea realista en su forma ni en su contenido, que no lo es, sino que desprende la sensación de que estamos viendo algo que es verdad.

Aun admirando la originalidad de su lenguaje, su capacidad para remover conciencias, su emotividad y sus actuaciones, hay algo que me chirría en Hermosa Juventud. La película presenta un enorme problema social y no ofrece causas ni soluciones. No tiene por qué hacerlo, faltaría más. Puede simplemente limitarse a contar una historia particular. Pero si ese es el caso, esa historia se me antoja demasiado manejada para conseguir emocionar. Esto es así especialmente en el final de la película que, aunque ingenioso, resulta algo efectista. Cuando puestas a prueba, las conciencias no se dejan remover con facilidad y se rebelan súbitamente si se sienten manipuladas. Aun así Jaime Rosales demuestra una vez más su talento como cineasta. Cabe esperar grandes cosas de sus futuras películas.


Jesús Mejía

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu crítica, Jesús, hasta que llego al último tramo de tu texto, donde encuentro algunos extremos interesantes a debatir. Brillante y lúcida tu primera frase y muy enriquecedor ese vínculo que estableces con "UP" y tu reflexión sobre el uso de las marcas.
    Y ahora lleguemos a lo que me parece más discutible: por ejemplo, si afirmas algo así (que me parece discutible) -"No es que la película sea realista en su forma ni en su contenido, que no lo es"- creo que tendrías que apoyarlo o entras más a fondo en el análisis de tu objeción a la vocación realista de la película.
    Más cosas: yo creo que al cine -y el arte en general- tiene el deber de plantear preguntas, pero no necesita (ni debe) caer en la arrogancia de proponer soluciones. Eres consciente de eso, tal y como formulas ese último párrafo, pero me da la impresión de que (pese a eso) tu deseo de que "Hermosa juventud" sea de otra manera te hace ser algo injusto en tu juicio global sobre la película. Mientras veía "Hermosa juventud" yo estaba temiendo un giro trágico/dramático que, por suerte, no sucede: la película acaba llegando a las mismas conclusiones que la mucho más escandalosa y tremendista "Import/Export" de Ulrich Seidl. por tanto, el desenlace de la de Rosales no me parece efectista: más bien me parece lo contrario al efectismo. Eso no significa que la estrategia de Seidl me parezca mal y la de Rosales bien: son dos poéticas distintas para enfrentarse al mismo problema y cada una de ellas es fiel a sus planteamientos. A mí me gustan mucho las dos, pero me hubiese decepcionado que Rosales traicionara su tono con un toque final a lo Seidl.
    No es importante, pero quiero romper una lanza en favor del chico: todos habláis -todos los críticos- de que ella está espectacular (que lo está), pero lograr la verdad que logra él sin caer en el pintoresquismo de extrarradio es muy difícil.
    Por último, la frase que cierra la crítica se puede malinterpretar un poco en su tono: sé que no es así, pero parece que le estés dando unas condescendientes palmaditas en la espalda a Rosales.

    un abrazo,

    jordi

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  2. Hola Jordi

    Rosales es un buen chaval, lo hará mejor la próxima vez ; )

    Ahora en serio. Muchas gracias por el análisis exhaustivo de la crítica.

    Con la última frase quería minimizar los problemas que había visto en la peli y dejar claro que era una buena película.

    Tenía la intuición de que el último párrafo sería polémico pero ya que estamos en confianza decidí ponerlo igual porque realmente hay algo de la peli que sí me chirría. No se si lo he explicado bien. Creo que el que estás parejas se metan a hacer porno porque no tienen dinero no debe ser muy común así como el hecho de contratar matones para ejercer una venganza y una extorsión. De ahí que dude del realismo del relato. La duda sobre la forma realista viene por el lenguaje cinematográfico que se utiliza. De todas formas, la sensación de veracidad y familiaridad esta clara.

    Un abrazo
    Jesús

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