KAMIKAZE
Antes de que las Galerías Velvet llegaran a nuestra pequeña
pantalla, en TVE1 pudimos disfrutar de la dura y perdida mirada de Alex García
como el marido de la heredera de los Almacenes Rivas. Aquí, como Slatan maneja
esas profundas y también perdidas miradas convertido es un terrorista suicida
del país inventado Karajistán invadido y destrozado por los rusos, de los que se
quiere vengar haciendo estallar un avión que se dirige a Madrid.
Alex Pina, que debuta como director en este film, gusta de escribir
las historias más tristes de la forma más cómica y humana posible, y así lo ha
hecho con mucho éxito como guionista y productor de series de gran audiencia
como “Periodistas”, “Los Serrano”, o más recientemente “El barco”, o las
películas “Fuga de cerebros”. En esta ocasión nos plantea una aproximación
íntima a la figura del terrorista suicida, el drama familiar y personal que le
ha llevado a tomar esa decisión tan drástica de acabar no solo con su vida,
sino con las de otras muchas personas inocentes.
Hemos visto terroristas suicidas en aviones en United 93, o hasta en Airforce One o Con air, y por la comicidad del film, quizá surjan comparaciones con Four Lions.
El esfuerzo de Alex García con el acento ruso y en su
interpretación solitaria e introvertida es notable, viviremos su posible
transformación cuando el destino, en forma de tormenta de nieve no permitirá el
despegue del avión, frustrando su plan y obligándole a convivir junto con las
futuras víctimas en un hotelito de la montaña hasta que pase el temporal. Víctimas
entre las que nos encontramos personajes muy tópicos, un reparto coral
edulcorado a la medida de todos los públicos con valores tradicionales, como el
argentino que no para de contar chistes para ganarse a los demás, un estupendo
Eduardo Blanco, aquí en la piel de un vendedor de zapatos que promociona su
marca vistiendo zapatos de mujer, “que son tan cómodos que hasta un hombre
puede llevarlos”- y los lleva-; la viuda de vida difícil con vis cómica, una
magnífica como siempre Carmen Machi, los españoles ruidosos, la pareja en su
luna de miel, las trastadas de los niños, hay para todos, pero es que los
españoles en el extranjero o en los viajes hacemos mucha piña siempre y
acabamos haciéndonos amigos y compartiendo experiencias que hasta pueden ser
inolvidables. Todos ellos se han ido sobreponiendo a las dificultades que han
ido encontrando en la vida, y sacando fuerzas para aprovechar esas segundas
oportunidades que aparecerán en forma de amor o amistad en un envoltorio
cómico. La cinta tiene también tensión y peligro; acción y romance – aunque en
mi opinión metido un poco con calzador aprovechando también la evidente química
entre sus protagonistas, Alex García y Verónica Echegui, pareja en la vida real
desde que se encontraron en “Seis puntos sobre Emma”. Como conclusión dejo uno
de los chistes de nuestro argentino en cuestión: “¿Qué le dice un terrorista a
otro?: Esto va a ser la bomba”.
Pilar Oncina
¡Hola Pilar!
ResponderEliminarCuando leí tu crítica, antes de ver la película, me preguntaba por qué tanto centrarse en Álex García. Yo le conocía de Seis puntos sobre Emma y ahí su trabajo estaba a la sombra de una soberbia Verónica Echegui. Pero durante Kamikaze, mis prejuicios y yo (por ese orden) nos dimos cuenta de que había un personaje sólido, una buena dirección de actores y un trabajo interpretativo óptimo por parte de su protagonista.
A mi Kamikaze, con todas su flaquezas, me gana por la mano incluso con el inverosímil final y mucha culpa la tiene Álex García y su Slatan, pero también algunas escenas poderosas como la conversación entre Machi y Echegui viendo el vídeo, o la del perro en la casa… Creo que son elecciones narrativas que se salen de lo convencional.
Hay un puñado de directores de los que he visto óperas primas que me han llegado por uno u otro motivo (David Pinillos, Félix Viscarret, Alfonso Cortés Cavanillas, F. Javier Gutiérrez…) pero de los que ya no he visto una segunda película… A ver si no añado a Álex Pina, si lo que quiere es dirigir largometrajes, a esa lista…
Besos :-))
Ana.
No he visto la película y, por tanto, no puedo discutir tu análisis de ella con mucha propiedad: me temo, no obstante (por lo poco que sé de "Kamikaze"), que el común género de la comedia no es lazo suficiente como para vincular obras y tonos tan distintos como los de "Four Lions" y esta película. Por otro lado, me gusta mucho que sitúes a Álex Pina y detalles su trayectoria -aunque... ¿es lícito hablar de él como autor con productos tan distintos como los que mencionas?- y me gusta menos que menciones el dato -creo que innecesario en un texto crítico- de la relación sentimental entre Verónica Echegui y Álex García.
ResponderEliminarun abrazo,
jordi