martes, 19 de noviembre de 2013

¿Quién mató a Bambi?





“Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así” se puede escuchar en los primeros compases de una de las canciones más populares de Joan Manuel Serrat. Versos que son la principal prueba de que el cantante catalán nunca se ha visto inmerso en una situación como la que presenta ¿Quién mató a Bambi?. Egoísmo, intereses, malentendidos, estrábicos o manchegos campeones del mundo son solo algunos de los muchos elementos que tienen cabida en esta historia de violencia que haría palidecer a la de Cronenberg.

Lo primero que habría que destacar de ¿Quién mató a Bambi? es que no solo consigue una identidad y voz propia sino que logra superar a Matando Cabos, la película en la que está basado el guion del cuarto largometraje de Santi Amodeo. Dejando a un lado todo tipo de comparación odiosa, la principal diferencia entre ambas películas es que la española le da prioridad a la peripecia por encima de sus personajes logrando un mayor valor dramático (en el sentido más básico de la palabra) consiguiendo que sus personajes sean caricaturescos dentro de un entorno normalizado, justo lo contrario que planteaba la mexicana. Esto unido a una estructura que permite que luzcan mucho mejor ciertos golpes de humor y el reciclaje acertado de varios gags (que paradójicamente facilita que todo resulte más creíble dentro de la casualidad) hace que el largometraje de Amodeo esté un escalón por encima del de Alejandro Lozano (siempre, por supuesto, teniendo en cuenta que la existencia del primero se debe a la del segundo). 

¿Quién mató a Bambi? hace de dos de los conceptos más clásicos de la comedia universal sus armas principales. Por un lado establece que los personajes siempre tendrán menos información que el espectador y por el otro contesta constantemente con un “Por supuesto” a la pregunta “¿Pero esto podría ir peor de lo que va?” llegando a las cotas de una de las últimas películas que mejor exprimió esta máxima como es Project X. Santi Amodeo se fija como objetivo evitar que el espectador se pierda haciendo de un guion a priori complejo, uno muy sencillo. A partir del cuarto de hora el público ya conoce perfectamente las reglas del film y se puede zambullir en la historia para divertirse con los diferentes gags o situaciones.

Confluyendo la historia de un Ernesto Alterio sacado de Dog Day Afternoon con la de un Quim Gutiérrez salido de After Hours, ¿Quién mató a Bambi? narra una comedia que basa su éxito más en las situaciones que en los gags (aunque estos no son ni mucho menos malos). Si Woody Allen nos demostraba a través del drama en Match Point que la suerte a veces se presenta para salvarnos la vida, Santi Amodeo plantea esta respuesta antónima a través de la comedia. La manera de demostrar la existencia de la suerte es a través de la ausencia de la misma. 


Aron Murugarren

3 comentarios:

  1. Muy buena crítica, Aron. Me parece muy interesante ese juego de referencias entre "Tarde de perros" y "Jo, qué noche!". por cierto, si hay alguien interesado en comparar "Matando cabos" : https://www.youtube.com/watch?v=w-htB2pBPBQ
    Os pongo el enlace porque, que yo sepa, la película no está disponible en España por medios legales.

    un abrazo,

    jordi

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  2. Para poner un pequeño reparo: yo creo que esta crítica referida a una película que, sin duda, ampliará el público del cine de Amodeo hubiese sido una buena ocasión para contextualizar un poco su obra.

    abrazos,

    jordi

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  3. Hola Jordi.

    Estoy de acuerdo con tu reparo y mi intención inicial era hacer alguna referencia a la filmografía de Amodeo ya que varios amigos y compañeros me han recomendado en varias ocasiones tanto "El factor Pilgrim" como "Astronautas". Lamentablemente aún siguen recomendándomelas ya que si la única manera de visualizar "Matando Cabos" es a través de Youtube, con las películas de Amodeo ni siquiera existe esa posibilidad.

    Excepto "Cabeza de Perro" (con la que reconozco que no fui capaz de localizar ningún tipo de conexión con esta "¿Quién mató a Bambi?") y el cortometraje "Bancos", no conseguí encontrar nada más de Santi Amodeo por Internet. Seguiré mendigando por las esquinas 2.0. a la espera de que un día suene la flauta.

    Un abrazo.
    Aron.

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