lunes, 24 de marzo de 2014

PELO MALO







(SPOILERS)

En un episodio del programa de temática musical Séptimo de Caballería, emitido a finales de los años 90, los presentadores preguntaron a Enrique Bunbury si era homosexual, a lo que el ex Héroe del Silencio respondió “y que si lo soy”. Es una respuesta genial y Pelo Malo acierta cuando toma una posición similar sobre el asunto. Nunca se llegan  a saber las preferencias sexuales de Junior (Samuel Lange Zambrano). Ni siquiera si nada de lo que hace o siente tiene que ver con la sexualidad. Eso no es lo importante. La idea fundamental de la película trasciende el caso concreto de la sexualidad. Es un relato acerca del egoísmo y del sometimiento de los deseos de los demás, especialmente de los niños, en favor de los nuestros.

Junior vive en un barrio humilde de Caracas con su madre y hermano pequeño. A veces, cuando su madre no tiene más remedio, lo deja en casa de su abuela. Tanto su madre como su abuela piensan que Junior puede ser homosexual pero ninguna de las dos valora este hecho tomando en consideración lo que quiere el muchacho. Ambas quieren obligar a Junior a hacer cosas distintas a las que quiere hacer. La película plasma esta idea de forma efectiva y los actores hacen una muy buena labor, lo cual es vital para que una película de este estilo funcione. El personaje de Junior y su madre están especialmente desarrollados, ambos con sus contradicciones. Su relación es compleja ya que Junior genera rechazo en su madre y el crío es combativo hasta el final para llevar a cabo una serie de deseos, con los que su madre no está de acuerdo. Pero la película deja muy claro que se quieren. Ese amor sutil, escondido detrás de cada acto, nunca revelado por las palabras, es la parte más hermosa de Pelo Malo. Aun con el egoísmo, los prejuicios y las dificultades, quizá haya una salida.

Pelo malo trata de hablar también sobre cómo afecta la sociedad a nuestros deseos. Tanto la moda y la televisión como lo que vemos a nuestro alrededor. Esta idea la engloba por ejemplo una amiga de Junior que quiere ser una “Miss” cuando su cuerpo no se ajusta a esos estándares de belleza. También el propio Junior renegando de su cabello porque le gusta más otro de un chico que ha visto. Sin embargo esta temática está algo menos desarrollada en la película. Menos lo está aún una tercera que podríamos llamar la temática social. Parece que la directora Mariana Rondón quiere hacer una protesta social al estilo de Fernando León de Aranoa pero este aspecto no queda muy claro. Es sin duda la parte más débil del film. Se nos muestran imágenes relacionadas con Chavez en la televisión y vemos por ejemplo, como la madre debe acostarse con el clásico jefe malvado para conseguir que le devuelvan su trabajo. Es cierto que todas estas escenas están también asociadas a la trama principal, pero en lo que respecta a lo social sólo queda claro que Venezuela está en una muy mala situación económica. Un mensaje simple que carece de reflexiones más profundas y por tanto resulta poco revelador e interesante.

Volviendo al tema principal, es interesante que el hecho de que no se respeten los deseos de Junior parece estar íntimamente relacionado con su edad. Quizá por eso se llama “Junior” y su hermano “Bebe” y sin embargo su madre y su abuela si tienen nombres. Se les niega una identidad propia por el hecho de ser niños.


Quiero pensar que el sometimiento final de Junior no es el final sino un paso más en la batalla que imagino será más cruenta cuando llegue a la adolescencia. Supongo que después Junior encontrará su nombre, se reconciliará con su madre y la protegerá cuando envejezca. Y quizá un día cenen juntos con la novia o el novio de Junior. Al menos espero que así sea. Y eso es lo mejor de Pelo Malo.

Jesús Mejía

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, Jesús, en que una de las cualidades de la película es que Junior es un niño y se comporta como tal, y si es homosexual o no, no es lo relevante del personaje, sino cómo el mundo adulto trata de someter sus sueños y deseos, sus ganas de seguir siendo un niño. Junior es un niño tierno, delicado, educado y sensible (de ahí los 'miedos' de su madre)... y lo tremendo es eso, que su madre considera que esas cualidades no le harán fuerte y superviviente en una ciudad que devora (porque esa misma ciudad agresiva la está devorando y somentiendo a ella). Por eso es tan impactante esa relación tan compleja que tienen ambos, donde, tienes razón hay amor, pero una presencia terrible de una violencia latente (mal encauzada).

    Y ahí es donde a mí me parece que está muy bien reflejada la vertiente social de esta película porque me parece que Rondón crea un tercer personaje que es Caracas como ciudad caótica y con una continua presencia de violencia latente. Me pareció una película premonitoria que muestra una ciudad como polvorín, que finalmente como vemos en las noticias ha estallado brutalmente. Así me pareció increíble la metáfora con la que juega que es ese edificio donde viven que es una auténtica caja de cerillas a la que solo le hace falta una chispa para que arda... Y como Junior compra siempre una caja de cerillas al chico del quiosco (¿le gusta o le admira?) y con las cerillas representa figuras humanas, ellos mismos...

    Sería bonito el final alternativo que escribes..., que lo representado solo sea una fase de una relación compleja, pero yo lo viví como algo mucho más triste y mis imágenes futuras fueron bastante pesimistas.

    Besos
    Isabel

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  2. Hola Isabel

    Muchas gracias por tu comentario. Me ha encantado.

    Creo que tienes toda la razón en relación a la metáfora de las cerrillas y en lo que representa. Otra escena al hilo de esa es cuando los niños siempre pasan por un callejón y dicen que no se pueden parar. Existe la sensación siempre de que el peligro acecha.

    Dicho esto, creo que esas escenas meramente reflejan la situación de pobreza y violencia en la que se encuentra la ciudad. No me pareció que fuera más allá que eso. Un escenario para la historia.

    Ahora que lo pienso gracias a tu comentario, quizá si exista una relación entre esa situación social y la supresión de los deseos de otros, lo cual sería interesante pero no podría decir con seguridad si eso queda bien reflejado.

    Tienes razón que la madre tiene miedo de que por ser sensible sufra. Pero también le tiene rechazo por creer que es homosexual. Sobre el primer punto la abuela piensa lo contrario. Que por ser así, no acabará muerto como su hijo. No se sabe. Lo que yo quería expresar con el último párrafo es que la complejidad de la relación entre la madre y el hijo y de los personajes hacen que te intereses por ellos, que te importen de verdad. Y eso es un gran logro.



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  3. Una crítica muy sólida, Jesús, pero tengo unas cuantas objeciones leves. Por un lado, frases como esta me parece insuficientes en una crítica, si luego no las ilustras o desarrollas: "La película plasma esta idea de forma efectiva y los actores hacen una muy buena labor, lo cual es vital para que una película de este estilo funcione". decir esto es lo mismo que no decir nada. Es cierto que acto seguido desarrollas la complejidad de la relación entre el protagonista y la madre, pero no me queda claro en qué medida "los actores hacen muy buena labor" (¿cómo es la interpretación de los personajes, no hay otra forma menos automática e imprecisa de decirlo?), ni cómo "la película plasma esa idea de forma efectiva" (¿estamos hablando de puesta en escena, de construcción de guión, de psicologismo verbalizado o de un juego de sugerencias a partir de la mirada?). El otro problema que tengo es cuando escribes: "Parece que la directora Mariana Rondón quiere hacer una protesta social al estilo de Fernando León de Aranoa pero este aspecto no queda muy claro". ¿De verdad el cine de Fernando León te parece el paradigma del cine de protesta social? Ya sabes que no quiero imponer mis opiniones y criterios sobre las vuestras, pero también espero que sepáis mirar y preguntaros dos veces sobre algunas ideas recibidas. Si el cine de León de Aranoa me parece un ejemplo de algo (salvo en el caso de la brillante "Familia") es de condescendencia social y mirada paternalista sobre el otro: esa manera de hacer "protesta social" creo que incluye mucha violencia de clase, pero es evidente que su valor de mercado es ceñirse a esa etiqueta (cine social) que sus maneras y estrategias no dejan de contradecir constantemente. Una cosa es lo que un director pretende decir -y cómo se vende ese mensaje como valor de mercado y otra es lo que realmente dice a través de su estilo, su manera de articular forma y discurso.

    un abrazo,

    jordi

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