jueves, 20 de marzo de 2014


UNA VIDA EN TRES DÍAS (Labor day)



La perfecta tarta de melocotón

La voz en off de Henry nos relata al principio de la película que la razón de la profunda tristeza que invade a su madre, no se debe al abandono del hogar de su padre, sino a que con dicho abandono, perdió también el amor, y de eso es incapaz de recuperarse.

Un caluroso día del fin de semana de “Labor day” del verano de 1987, Frank fuerza su presencia en la tranquila vida de Adele y Henry y termina convirtiéndose poco a poco en el hombre de la casa, tomando posesión de un hogar que funciona por inercia. Frank disfruta con las pequeñas mundanas tareas de una casa - quizá porque no las ha realizado en mucho tiempo-, como cambiar el aceite del coche de Adele, u otras pequeñas chapuzas; enseñar a jugar al beisbol a Henry y cocinar la mejor tarta de melocotón del mundo. Frank es un hombre siniestro y frío y a la vez cuidadoso y sensual, y sería el hombre perfecto con el que formar una familia, si no fuera porque se acaba de fugar de la cárcel.

Josh Brolin siempre será conocido por su papel en “Los Goonies” -al igual que Kate Winslet por el suyo en “Titanic”-, pero tardó más de 10 años en volver al cine sin mucho éxito y no fue hasta el 2007 cuando estrenó, junto con otras 3 películas más, la destacada “No es país para viejos” con la que le recuperamos para la gran pantalla; y hasta ahora que tras “Old boy”, espera el estreno de “Sin City 2”; aquí como Frank, nos demuestra que es capaz de ser bueno y malo en el mismo papel, en el trato que tiene con esta nueva familia cautiva en su propio hogar. Conquista casi sin querer a Adele, una Kate Winslet  con la que tiene una química evidente.  Winslet inició su carrera interpretando a una adolescente enamorada de una amiga cuya madre habían asesinado entre las dos, en la estupenda y terrorífica “Criaturas celestiales”; el listado de su filmografía es muy extenso, difícil de seleccionar unas cuantas, incluyendo también una serie para televisión, la magnífica “Mildred Pierce”.

Toda esta historia se narra de puertas hacia dentro, con un tratamiento intimista entre lo poético y lo cursi, a veces inverosímil. Jason Reitman abandona en este su quinto film su sarcasmo habitual de largos diálogos para centrarse en estos personajes solitarios que utilizan las miradas y los silencios para comunicarse, quizá porque su guionista no es Diablo Cody – con la que hizo “Juno” y “Young adult”-, sino que aquí adapta la novela homónima de Joyce Maynard.

Destaco por último a Gattlin Griffith, el actor que hace de Henry, el adolescente de 13 años que se esfuerza en hacer que su madre consiga superar su depresión, con quien el público se identificará por su dulzura e ingenuidad y los conflictos con los que se ve enfrentado en esta situación; Henry nos narra el film de adulto en la voz de Tobey Maguire.

No se observa el clásico “síndrome de Estocolmo” que se ve en algunos filmes del género de secuestros, ni en absoluto la violencia de otros. Aquí, estos 5 días de secuestro pasan muy despacio y esta historia es intemporal, podría haberse desarrollado incluso mejor en blanco y negro y en los años 50, saboreando una tarta de melocotón en un día pegajoso de verano.
Pilar Oncina

4 comentarios:

  1. Querida Pilar: precisamente la escena de la tarta de melocotón y su forma de narrarla es de lo que más me gustó de una película que me desilusionó bastante... A través de la mirada del niño y haciendo mucho hincapié en los sentidos y sensaciones, en lo físico. En lo sensual del momento, todo rodeado de una cierta nostalgia. Es una escena 'contada' desde lo emocional, desde el recuerdo. Casi notamos el tacto de cada uno de los ingredientes de la tarta, y el roce de la piel de los personajes. Refleja un acercamiento especial de los tres personajes...

    Creo que Reitman hubiese conseguido mucho más limitándose a la vida de los tres en la casa durante los días que dura el 'secuestro'... y conservando siempre el punto de vista del adolescente.

    La propuesta se estropea con esos flash-back continuos, confusos y finalmente ridículos (sobre todos los que tratan de explicar los motivos del encarcelamiento del personaje de Broslin) o esas escapadas del adolescente con niña insoportable. O algunas otras, a mí parecer, absurdas decisiones que estropean una historia que podría haber sido emocionante...

    También es una pena que el personaje de Broslin sea tan poco ambiguo... y se convierta casi en un hombre perfecto, como explicas en tu crítica... Un tío guapo, amo de casa, manitas, buen amante, que tira de la casa... pero ¡qué hace en la cárcel una joya así!

    Me vino a la cabeza una película de Clint Eastwood con otro fugado (en uno de los pocos papeles que me entusiasma Kevin Costner) que a mí me fascina: UN MUNDO PERFECTO. Ese preso arrastra una ambigüedad que hace riquísimo y creíble al personaje. Y es totalmente creíble y emocionante la relación que establece con su rehén, un niño.

    En fin que me dio pena una película que tenía los ingredientes, como la tarta de melocotón, para ser una obra rica en emociones y matices... y como se quema en el intento, quedando una obra mediocre.

    Besos
    Isabel

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  2. Gracias Isabel como siempre por tus comentarios! La verdad es que hubo momentos durante la proyección en los que hasta se me escapó un "venga ya" en voz alga (en plan "eso no hay quien se lo crea", éramos 5 en el cine), y al salir no estaba muy convencida, pero al día siguiente la vi de otra manera y conforme ha pasado el tiempo, sigo pensando lo mismo, aunque desde luego se queda corta y como decía, podía ser un telefilm de los que veíamos los domingos a las 4 de pequeños.

    Respecto a los flashbacks, solo algunos, los últimos sobre todo, ayudan a clarificar un poco más de dónde vienen los personajes, pero son efectivamente ridículos en general, y la niña, bueno, viene de la gran ciudad, es otra mentalidad, supongo que hacía falta un contrapunto para el niño...

    Pensé en otras películas de secuestros, pero al ser un tiempo tan limitado y esas circunstancias tan específicas, no se me ocurrió nada equiparable. Es verdad que Kevin Costner se luce desde luego en "un mundo perfecto".

    Besos,
    Pilar

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  3. Hola, Pilar. Ya sabes, como comentamos en la clase anterior, que no considero necesario contextualizar en una crítica a los actores. Por eso, no me gusta el tercer párrafo de tu texto, pero sí que me gusta todo lo demás, aunque creo que hay un momento en el que apuntas el verdadero flanco interesante para el análisis: "Toda esta historia se narra de puertas hacia dentro, con un tratamiento intimista entre lo poético y lo cursi, a veces inverosímil". Me hubiese gustado que profundizaras más en todo esto, pero e el conjunto del texto queda clara esa ambivalencia entre los buenos ingredientes y los discutibles resultados de la película.

    un abrazo,

    jordi

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  4. Gracias Jordi, ¡entendido! Tomo nota - esto lo escribí antes de la clase, aunque creo que he perdido un poco mi "mojo", pero espero recuperarlo pronto! Gracias como siempre.
    Abrazos,
    Pilar

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