Mindscape
Jaume Collet-Serra (La Casa de Cera, Sin identidad, La huérfana) fundó en 2011 la productora Ombra Films con la idea de producir thrillers y películas de terror de presupuesto medio y promocionar a directores españoles. Mindscape (2013), dirigida por el español Jorge Dorado, es una de las primeras producciones de la compañía Se trata efectivamente un thriller con tintes de película de terror que cuenta en su reparto con actores de la talla de Mark Strong y Brian Cox.
Mindscape nos introduce a un mundo en el que, mediante una nueva tecnología, individuos con habilidades parapsicológicas pueden adentrarse en la mente de las personas y visualizar sus recuerdos. Está claro que la película tiene la ambición de reflexionar sobre la fiabilidad de los recuerdos y trata de plantear cuestiones similares a las planteadas en otras películas como Memento (Christopher Nolan, 2000) y Abre los Ojos (Alejandro Amenabar, 1997). Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en estas, las reflexiones son confusas, no se ajustan bien al argumento y no están desarrolladas satisfactoriamente. Aun no siendo exitosa en este aspecto, la película podría salvarse si resultara un thriller entretenido y efectivo pero tampoco es el caso. La manera en la cual se desarrolla la trama es absolutamente increíble en el peor de los sentidos y las decisiones que toma su protagonista, especialmente en el tercer acto, llegan a ser irritantes por su falta de sentido e inteligencia. De hecho el título Mindscape es apropiado ya que la lógica se esfuma muy pronto y está ausente durante todo el metraje. En determinados momentos hacia el final del film algún espectador podría llegar a pensar que otro de los títulos de este año, La Gran Estafa Americana (David O Russell, 2014), sería incluso más apropiado si no fuera por la limitación territorial.
Los actores, incluyendo a Taissa Farmiga, demuestran su talento y la dirección es correcta pero, lamentablemente, el resto no acompaña. Los giros finales, tan populares en este tipo de filmes, de nuevo no son inteligentes y se ven a la legua por lo que no acaban de funcionar. A modo de anécdota, uno de los actores que aparece en dichos giros aparece también en una escena similar en Vanilla Sky (Cameron Crowe, 2001), la versión estadounidense de Abre los Ojos.
Las películas que Jaume Collet-Serra ha dirigido hasta la fecha no derrochan ambición intelectual pero funcionan como thrillers para disfrutar y olvidar. No es el caso de Mindscape. De todas formas, Jorge Dorado demuestra que es un director técnicamente capaz y los actores hacen un buen trabajo. A ver si a la segunda va la vencida.
Jesús Mejía