1.- Con los pactos de la Moncloa
bajo un brazo y un póster de Annie Hall bajo el otro, Daniel Castro paseó su Ilusión durante poco tiempo, pero el
suficiente como para hacer sentir el aire más fresco en un año de corrientes.
Iluso, pero con alegría. Ahora, a esperar a los etruscos…
2.- Armando Bo echa un vistazo a
lo que hay detrás de la mitomanía y construye en El último Elvis la más conmovedora biografía de alguien que vive
una vida que no cree que le corresponde. Humilde y bellísima, el último plano
es de los que no se olvidan.
3.- Juan Cabestany multiplica Dispongo de barcos y deja al espectador
igualmente perplejo ante su última película. En Gente en sitios, a quien no sepa cómo andar, como dormir, como
beber… y que hay mucho cine fuera del mainstream,
se le enseña.
4.- Isabel Coixet ilustra el frío y la tristeza de
dos almas en ruinas con Javier Cámara y Candela Peña a pecho descubierto en Ayer no termina nunca. La ceremonia de
la desolación a cargo de dos únicos personajes en un paisaje tan muerto como
ellos.
5.- ¿De lo mejor de Almodóvar?
No. ¿De lo mejor del año? Sí. Los
amantes pasajeros vuela y se eleva dejando en tierra a los que abominan de
ella. Quienes se queden en la controversia, se pierden la película.
6.- La confusión adolescente y el
miedo a conducir, al amor, a hacerse mayor… de Ali, lo cuenta Paco R. Baños con tanta sencillez como sensibilidad. Quizá
no sea el debut más redondo, pero hay razones que a la razón no hay por qué
contarle.
7.- Posiblemente lo mismo que la
condene a estar entre lo peor del año sea lo que le haga estar entre lo mejor
aunque sea en una lista modesta como ésta. Serie B, Z, trash,
kitsch, cutre… lo que sea: bastan el arranque y el final de El Callejón de Antonio Trashorras para
añadir el adjetivo “de culto” a la película.
8.- En febrero de 2013, nace
desde la clandestinidad el proyecto Little
Secret Films: películas rodadas en 24 horas sin interrupción, sin guión
previo, equipo técnico y artístico inferior a diez personas y sin
remuneración. De la mano de Calle 13 se
suavizarán los duros requisitos. Uno sigue inalterable: el cine como único
lenguaje posible para la historia que sus participantes quieren contar.
9.-Le dio cancha a la vis cómica
de Alexandra Jiménez y ahora hace lo propio con Inma Cuesta. Javier Ruiz
Caldera da una vuelta de tuerca a la comedia spanish y el humor grueso se traza con tiralíneas. La screwball comedy se desatornilla y se
vuelve gamberra en sus 3 bodas de más.
10.- Por terminarse, por estrenarse
en su país, salir de sus fronteras, dar a conocer una lengua e inaugurar una
cinematografía, 7 cajas de Juan
Carlos Maneglia y Tania Schembori merece estar en cualquier listado pero además
es trepidante, endiablada y negrísima: se lo gana a pulso.
Ana Álvarez
Hola Ana.
ResponderEliminarSolo venía a decir que viva El Callejón.
Un abrazo.
Aron.
Querida Ana:
ResponderEliminarSolo decirte que no dejo atrás “Los amantes pasajeros” por su controversia, eso, me da completamente igual, creo que a estas alturas de su filmografía es lo que menos me choca, pero mi sensación es que sus personajes están totalmente pasados de rosca, los lleva tan al límite que se pasan, y se pasan sin gracia. Lamento no poderte dar ejemplos específicos porque la he olvidado del todo, pero sí recuerdo haber salido del cine cabreada como si me hubieran tomado el pelo, y soy gran defensora de Almodóvar.
Y gracias por las otras sugerencias, veo que me dejé mucho cine español sin ver en el 2013…
Besos,
Pilar
Ana, suscribo del todo los tres adjetivos que utilizas para definir la paraguaya "7 cajas": trepidante, endiablada y negrísima. Consiguió hacerme del mercado 4 de Asunción un lugar muy difícil de olvidar.
ResponderEliminarCoincido con Pilar en su escaso aprecio por "Los amantes pasajeros", una propuesta libérrima de Almodóvar con la que no sintonicé.
Besos,
Javier